Como las facturas eran pagadas por deducción automática a través del banco, nadie se percató de que en una de las casas del barrio de Pontiac, en Michigan, hacía años que no vivía nadie. Cuando los 54.000 dólares con que contaba la cuenta bancaria de la propietaria se agotaron, empezaron las reclamaciones y el banco, como tantas veces ha ocurrido en estos tiempos, dio inicio al proceso de ejecución hipotecaria.

Fue entonces que, tras el aviso de un vecino que había visto un hoyo en el techo, el banco envió a un operario a revisar la casa. El buen hombre recorrió salones y habitaciones: todo normal. Al final se le ocurrió entrar en el garaje…En perfecto estado de momificación, en el asiento trasero de un Jeep Liberty y sin ningún signo de violencia se encontraba el cadáver de una mujer en pantalones vaqueros, una blusa y un abrigo de invierno, según un reporte del investigador forense del Condado de Oakland. Todavía no se ha revelado el nombre de la víctima, aparentemente una ciudadana de origen alemán, de unos 40 o 50 años, que viajaba constantemente y tenía muy poco trato con los vecinos. En el momento del descubrimiento, la llave del auto permanecía aún en el contacto, aunque en posición de apagado total.El hecho de que un vecino gentilmente le segara el césped y de que no se acumulara correo postal en su buzón, permitió que nadie en el vecindario reparara –¡durante seis años!—en la ausencia de la señora. Tal vez por ello la casa nunca fue asaltada ni visitada por curiosos, como suele ocurrir en estos casos.Los investigadores entraron al garaje y al resto del inmueble con trajes para trabajar entre materiales peligrosos en busca de datos que revelen la real naturaleza de este deceso. Una enorme capa de moho cubría todas las paredes, según ha trascendido.Todavía se espera por el dictamen del informe de toxicología, para el cual habrá que esperar unas cinco semanas. Al decir del Doctor Pacris, médico forense del condado, no había signo ninguno de fractura ósea y la piel de la señora se encontraba intacta, con una textura correosa pero firme, al modo de un pergamino,  aunque obviamente sus órganos internos se habían descompuesto. Un suceso poco común, explicó al referirse a esta inusual momificación, pero no imposible, sobre todo cuando el cuerpo ha permanecido encerrado de manera hermética dentro del auto, lejos del acecho de insectos u otro tipo de animales.A partir de estos elementos y de la fecha de expiración del registro del vehículo, se cree que el deceso se haya producido hacia 2008. Fuente: yahoo noticias