Otto Herrera, el Chapo Guzmán y @lopezobrador_ Alexia Barrios G. Ayer Andrés Manuel López Obrador fue muy rudo con el gobierno de Peña Nieto al señalar que “la detención de Joaquín Guzmán Loera no resuelve el problema de fondo, pero le sirve a EPN y a la mafia del poder para hacerse publicidad”. Sin duda tiene razón, pero la publicidad se dio gratuita, porque el perfil del mayor capo distribuidor de drogas y quien tiene incendiado el país en varias regiones y quien gozó de total impunidad en los sexenio de Vicente Fox y Felipe Calderón, de quienes López Obrador, por cierto, no ha demandado investigación al respecto. Sin embargo, tal vez si él no lo recuerda, quizá sus asesores y sus “media pejes” podrían haberlo alertado de opinar al respecto, cuando puede quedar embarrado por andar sudando gripas ajenas. Es de todos conocido que “El Chapo” Guzmán fue capturado por primera vez en junio de 1993 en el departamento del Petén, Guatemala, el cual colinda con el municipio de Tenosique, Tabasco, una zona libre para el tráfico de drogas, mujeres, especies en extinción, maderas e indocumentados. En ese entonces, los informes de inteligencia reportaban que gozaba la protección de caciques de la región y compartía una sociedad con Otto Herrera García, “El Profe”. “El Chapo” continúo manejando desde el penal de Puente Grande, hasta que un viernes 19 de enero de 2001, el jefe del cártel de Sinaloa, se fugó en un operativo muy coordinado y de muchos dólares, por su socio, Otto Herrera García. Para pocos el nombre del “Profe” les dirá poco, pero tiene un papel de importancia para conocer el perfil del “Chapo” Guzmán. Resulta que el 27 de junio de 2007 trascendió en agencias internacionales la detención del principal distribuidor de drogas de Centroamérica y quien controlaba la plaza para el cártel de Sinaloa, Otto Herrera García, quien respondía diversos alías: “El Profe” o “El Compadre” o “El Ingeniero” o “El Pipa”. Todo un dandy quien se ufanaba de las mejores conexiones políticas y policíacas y, sobre todo, de ser compadre del “Chapo” Guzmán. Este individuo, considerado el mayor traficante de drogas en América Latina y socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Herrera fue detenido en un centro comercial del norte de Bogotá, al final de la tarde delmiércoles 20 de junio, y se le incautó una maleta donde escondía más de 750 mil dólares. La información surgió en medios colombianos sin que hasta el momento haya sido retomado y analizado por los medios mexicanos y expertos en seguridad y narcotráfico. Valdría la pena que hoy se pongan a trabajar en ello. Este nombre resulta de trascendencia porque estuvo radicado en la Ciudad de México y desde la capital del país, según han contado fuentes de primer nivel, habría operado la fuga del “Chapo” Guzmán. Este capo guatemalteco fue arrestado en abril de 2004, en el aeropuerto de la Ciudad de México, por elementos de la PGR, a partir de una orden de arresto internacional interpuesta por el Gobierno de los Estados Unidos por el delito de conspiración por transportar e importar drogas hacia ese país. Sin embargo, se le consignó en el Reclusorio Sur, siendo éste un reo de alta peligrosidad y de carácter federal. Al momento de su captura, se le decomisaron tres departamentos en Coyoacán y la delegación Benito Juárez, y otro en Puerto Vallarta, Jalisco, un yate en Cancún, además de varios miles de dólares en efectivo. Pero, durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y bajo la comisión de Alejandro Encinas, el 13 de mayo de 2005, Herrera García se fugó del Reclusorio Sur. Las autoridades federales fueron enteradas de su huida por el Gobierno del DF cuando se preparaban para realizar un operativo en busca de drogas y armas en dicho centro penitenciario. En las investigaciones sobre el escape realizadas por la PGR, expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/087/2005, se interrogó a 45 empleados menores y custodios del Reclusorio Sur. Todos quedaron exonerados y libres de toda investigación. Posteriormente, y desde otro país, se dio a conocer que quien operó y financió muy bien la fuga de Otto Herrera del Reclusur fue el mismo “Chapo” Guzmán –que autoridades penitenciarias aceptaron por el año electoral que vendría en camino, señalaron las fuentes—, quien así pagaba la “deuda” con su compadre cuando éste le ayudó a salir de Puente Grande. No es por alimentar el especulacionismo, pero valdría la pena revisar esta parte de la historia del “más buscado”… PD: Una fuente confiable, asegura que el empresario y delincuente de cuello blanco, Gastón Azcárraga, estaría radicado y escondidito en una zona exclusiva de San Diego, California. Vaya cosa. alexiabarriossendero@gmail.com







