Quizás la perdiste Las religiones dicen que se la disputan tanto Dios como el demonio. Creemos en ella y en que la tenemos pero no tenemos pruebas de que exista. No se le pude ver a través del lente de un microscopio o en un tubo de ensayo. No sabemos si esta compuesta de materia líquida, sólida o gaseosa.Tampoco sabemos en qué parte del cuerpo se localiza pues algunos dicen que esta en el corazón, otros dicen que en el cerebro, situada entre neuronas y que es la conciencia, algo que tampoco podemos ver o probar pero que la ciencia si da por cierta.Pero a pesar de que ignoramos el porqué existe y cómo funciona, el alma es una de las cuestiones mas importantes de nuestras vidas. Por milenios, la hemos definido como algo inmaterial y eterno que ocupa o vive en nuestro ser y que resulta imposible de probar. Nuestra idea del alma ha estado ligada a una vida futura, a la creencia generalizada de la vida después de la muerte y que es nuestra fuerza vital, algo que nos impulsa y que es independiente del cuerpo.Los grandes filósofos de la humanidad intentaron explicar su esencia; la ubicaban como algo inmaterial. Para Aristóteles todos los seres vivos tienen alma. Las plantas poseen un alma vegetativa; los animales, un alma sensitiva; y los seres humanos, un alma racional. Thomas Mann decía que «un alma sin cuerpo es tan inhumana y atroz como un cuerpo sin alma». Hegel aseguraba que el alma era la manifestación, el nexo con lo material. Kant afirmó que todo lo que experimentamos, incluyendo todos los colores, las sensaciones y los objetos que percibimos, no son más que representaciones en nuestra mente. Que espacio y tiempo son solo herramientas de la mente para ponerlo todo junto y que Dios o el alma eran lo mismo. El poeta español y autor de «Volverán las oscuras golondrinas”, Gustavo Adolfo Bécquer, se adelantó a su tiempo al decir que «Si pudiera hacerse la disección de las almas, cuántas muertes misteriosas se explicarían». Estas son definiciones que filósofos y poetas dieron del alma.Pero la ciencia, ha desestimado siempre este concepto, reduciéndola a una más de las creencias humanas. La ciencia ha dado por cierta la versión de que no existe una dimensión espiritual de la vida y que nuestro cuerpo es la suma de oxígeno, hidrógeno, carbono y algunas proteínas. Que solo vivimos un tiempo y que al morir termina todo. Pero una serie de experimentos científicos han intentado responder a esta antigua cuestión espiritual. La primera interrogante surge al conocer la composición química del cuerpo humano. Recordemos que estamos hechos de Oxígeno 65%, Carbono 18%, Hidrógeno 10%, Nitrógeno 3%, Calcio 1.5%, Fósforo 1%, Potasio 0.25%, Azufre 0.25%, Sodio 0.15%, Cloro 0.15%, Magnesio 0.05%, Hierro 0.006% que al sumarlos dan un 99.356 % del peso total. Al resto no se le ha podido encontrar por ninguna parte.Esto llevó al Dr. Duncan MacDougall a intentar comprobar que el alma tenía un peso específico. Fue en el año de 1907 cuando la revista American Medicine publicó unexperimento de este doctor originario de Massachusetts. Utilizando una cama adecuada como báscula, MacDougall pesó a 6 personas moribundas observándolas a través del proceso de su muerte y registrando cada cambio de peso. El resultado fue sorprendente ya que inmediatamente después de su muerte, los cuerpos perdieron 21.262142347500003 gramos: El peso del alma.Pero esta evidencia se ha convertido en un problema para el viejo paradigma de la biología y las ciencias cognitivas, pues siempre quedará la duda no respondida. Los resultados de la experimentación científica no sólo desafían nuestra intuición clásica, también sugieren que el alma, es inmortal y existe fuera del espacio y del tiempo. Pero en este mundo donde se llega a matar y traicionar por el poder y el dinero se vuelve vigente el dicho del filósofo pero también científico, el francés Blaise Pascal cuando dijo ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?. Siendo así, resulta preocupante darnos cuenta que si en cierto momento de la vida la báscula indica que hemos bajado 21 gramos de peso,lo más probable sea que lo que perdimos es algo más que solo peso.@marcosduranf

              





