Por: Sergio S. S. Azúa
El Discípulo de Sócrates
Un discípulo llegó muy agitado a casa de Sócrates, y empezó a hablar de esta
manera:— Maestro, quiero contarte que un amigo tuyo estuvo hablando de tí con
malevolencia…Sócrates lo interrumpió diciendo:— Espera! ¿Ya hicisteis pasar
a través de las Tres Bardas loque me vas a decir?— ¿Las Tres Bardas?— Si –
replicó Sócrates- La primera es la VERDAD.¿Ya examinasteis cuidadosamente si lo
que me quieres decir,es verdadero en todos los puntos??— No…. lo oí decir a
unos vecinos……— Pero al menos lo habrás hecho pasar, por la segunda Barda
que es la BONDAD. ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?— NO, en
realidad no; al contrario……..— Ah! -interrumpió Sócrates- Entonces vamos
a la última Barda.¿Es necesario que me cuentes eso?— Para ser sincero, no;
necesario no es.— Entonces – sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno,
ni necesario….Sepultemoslo en el Olvido.
Si bien es cierto, todos tenemos la necesidad de escuchar información que venga
de otras personas (positiva y negativa), y esa necesidad puede ser la causante
de muchas de nuestras desdichas, enojos y complicaciones diarias.
Nuestra racionalidad nos dice que hacerle caso a chismes o comentarios dolosos,
no nos van a llevar a ningún lado; sin embargo, nuestras emociones actúan de
una manera contraria a nuestra razón, y casi siempre; terminamos escuchando lo
que sabemos, no nos construye nada positivo.
Sin lugar a dudas, las personas sabemos cuando tomamos comentarios por la razón
del morbo, pero aun así; no lo rechazamos, al contrario, queremos saberlo para
después disfrutarlo o juzgarlo.
Si las personas aprendiéramos a poder seleccionar la información que nos diera
algo constructivo y positivo para nuestra vida diaria, nuestra cabeza y corazón
tendrían un mejor desempeño y equilibrio.
¿Que es lo que hoy te aqueja? ¿Que no te permite pensar en que todo esta bien?
¿Que te perturba el alma y la razón?
Si buscas dentro de ti, casi todo lo que te tiene en desequilibrio emocional y
racional, viene de la información de tu entorno, de lo que tu permites que
entre en tu cabeza y corazón.
(No puedo dejar de recalcar que las cuestiones que menciono tienen que quedar
muy claras, estamos hablando de lo que nosotros podemos elegir, no de
circunstancias que vienen de la naturaleza, como la enfermedad o las decisiones
de otros).
Lo que nosotros si podemos elegir, es lo que queremos escuchar y también lo que
nosotros mismos podemos trasmitir, no sería justo tomar estos consejos solo
para nuestros intereses. Pensando en que siempre somos atacados y nosotros
nunca somos cómplices de la trasmisión de una información que no sea filtrada
por «Las tres bardas».
¿Que tan difícil nos resulta dejar de hablar o escuchar cosas de otras
personas?
competitivo, dejaron de invertir tiempo en hablar de otras personas o escuchar
que se hablaba de las demás. cito esta hermosa frase.
«La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas y la
gente mediocre habla de gente». (Louis Farigoule 1885-1972, escritor
francés, líder del movimiento unanimista).
¡Entonces! dejemos de ser esas personas comunes y mediocres a la que este mundo
y su entorno esta acostumbrado a educar, cambiemos nuestras acciones desde hoy
y aprendamos a omitir las cosas que sabemos vienen a perturbar nuestra mente y
nuestro ser, Hagamos un pequeño cambio a nuestra vida y disfrutemos de una
tranquilidad que se encuentra solo en nosotros si aplicando la sencilla regla
de «Las tres Bardas» y gracias a eso no seamos iguales al siguiente
chiste:
Le dice la madre a la hija:Mija, dicen las vecinas que te estas acostando con
tu novio. !Ay, mami!La gente es bien chismosa: uno se acuesta con cualquiera y
ya dicen que es el novio.
Twitter @SergioSotoAzua
Facebook https://www.facebook.com/sergiosotoazua
Correo yorsergiosoto@gmail.com
PeriodicoAcceso@gmail.com

              




