Ya son muchos los especialistas en psicología y redes sociales que comienzan a estudiar y aportar datos relevantes respecto al tema del amor en redes sociales, después de que sociólogos, geopolíticos, comunicadores, etc., coincidieran en que este tipo de comunicación es la revolución del siglo XXI, cada vez son más los especialistas interesados en el tema.
Nos guste o no, las redes sociales llegaron para quedarse, y éstas, han venido a revolucionar la forma en la que nos comunicamos, pero no solo eso, ha venido a ser un generador de marcas personales y un sistema efectivo de mercadeo y deshumanización.
¿Por qué deshumanización?(En el sentido del contacto real, no se asuste) El ser humano está diseñado para socializar y con ello para el contacto físico, con todas las connotaciones que se le puedan ocurrir mi querido lector, tan así, que diversos estudios en bebés, muestran como la estabilidad emocional y su respectivo manejo de situaciones, autoestima y tolerancia al fracaso, están predeterminadas por el vinculo afectivo creado entre el infante y la madre y el contacto físico de calidad quese haya tenido, así se demostró, cómo el apego y manejo de emociones, está relacionado estrechamente con esta característica intrínseca a todo animal social.
Ahora bien, habrá quien al leer esta columna se indigne y pueda replicar que algunos, usan las redes para ayudar al prójimo, que comparten estados y dan “likes” para “ayudar” a otros y eso es humanización.(Yo mismo lo hago)
Permítanme ofrecerles otra perspectiva.
Sin datos de una mayor muestra, en el muro deFacebook de un servidor, son más quienes piden a la comunidad virtual adoptar a un perro y protegerlo que quienes publican “Quiero adoptar un perro”, incluso, muchos de quienes conozco que están en defensa de los derechos de los animales como los seres vivos que son, ni siquiera adoptaron, muchos compraron o en su defecto, les fueron regalados, como si un ser vivo fuera digno de ser obsequiado, ¿paradójico no?, no es que difundir campañas en pro del animal sea algo malo o bueno per se, de hecho, no estoy en la calidad moral (y nunca lo estaré) como para juzgar a quien lo hace, el punto aquí, es que estudios recientes han demostrado que TODAS las publicaciones tienen que ver con lo que en psicología se le conoce como el “YO IDEAL”, ¿cómo me quiero vender?, ¿cómo quiero que me vean?, y en ese sentido, nos convertimos en una marca, (deshumanización), en un objeto que deseamos “vender” a la comunidad virtual, esa donde se nos paga con “likes”. (Aceptación) ¿Y qué sucede con el amor? En la sociedad actual, después de ser aceptado como novio(a) de alguna persona, el siguiente paso a demandar, es la publicación en Facebook, pues para quien tiene su realidad puesta en lo virtual, “si no se publica, no existe”, vemos parejas que se dicen más “TE AMO” en Facebook, inundando de publicaciones al Otro, que en persona, lo cual, a la luz del análisis, resulta en un acto no de expresión de amor en sí mismo, más bien, tiene relación con un “Quiero que Otro(s) sepa(n) que te amo” que con un “Quiero que sepas que te amo”, es decir, se publica para que el Otro se dé cuenta, no para que el amado lo sienta.
Llevar tu relación a las redes sociales puede volverse un infierno, pues las personas con tendenciascelotípicas, encuentran en Facebook el ambiente ideal para satisfacer sus necesidades psicobiológicas de emociones negativas, encuentran la razón perfecta para celar, enfadarse y pedir explicaciones sobre etiquetas, fotos, comentarios, likes, etc., como si de traición a la patria se tratara.A esto añada usted que un estudio de la Universidad de Guelph en Canadá, señala que el 95% de los cibernautas busca a sus “ex” en la red, lo que tiende a desatar conductas de “cazadores” o “stalkers” que bien podría resultar en detonante de conductas paranoicas,lo cual, produciría estados de angustia e infelicidad crónica, y el meollo es, que al hacerlo nosotros, creemos que todos a nuestro alrededor lo hacen, y provoca que demandemos explicaciones para hechos infundados que solo existen en nuestra psique, y a esto psicológicamente se le llama proyección. Lo anterior, resulta por la falta de contacto físico, en una relación basada en la vida real y no en la virtual,también existen los celos, pero no la “ciber-celotipia”, entendida esta como el celo desproporcionadorelacionado a redes sociales, y es que en la vida real todo tiene un contexto bien delimitado o al menos el canal ideal para la comunicación, donde el mensaje se complementa con la mirada, el tono de voz, etc., el problema con las redes sociales, es que da lugar a los celos donde no debería haberlos (en muchas ocasiones), pues cualquier estado, foto, comentario o “Like” puede ser motivo de ruptura si no existe un adecuado canal de comunicación en la pareja, pues para el observador que anda en nuestro muro deFacebook, no está claro el marco en el que se tomó la foto, se dio el “Like” o se escribió un comentario, esta falta de contexto es lo que da lugar a situaciones enfermizas en esta red social, pues comenzamos a maquilar contextos ficticios en nuestra mente a falta de información.Este tipo de relaciones que más que reales son virtuales y con tendencia a que el Otro sepa lo que hago y lo que siento son las más vulnerables, se ven a diario decenas de nuevas relaciones creadas por despecho al ex novio(a) y se publica a menudo comentarios como “Soy el (la) más feliz del mundo, te amo” para la pareja actual, pero con copia para el (la)ex amado(a) y conocidos, para vender un “no te necesito”, aunque en realidad lo siga queriendo, claro, existe también la contraparte. En fin, que estamos transitando hacia nuevos modelos de relaciones sociales que pueden desatar conductaspatológicas tanto para el amado como para el amante, debemos de mantener nuestra vida en el mundo real, compartiendo nuestra experiencia en redes sociales, pero no viviendo en redes sociales y compartiendo estas experiencias en la vida real. Al ritmo que vamos, es difícil formular una hipótesis sobre cómo serán las relaciones en un futuro, tal vez, en los centros sociales ya no veremos señores vendiendo rosas, sino vendiendo “Likes” al por mayor, pues la cultura actual nos invita a vivir en línea y compartir esa experiencia al mundo real vía expresión oral, lo que se supone debería ser al contrario, vemos como en esta cultura del deshecho, todos buscan un “amor real” vía virtual, lo cual también resulta un tanto paradójico. Por último les comparto este comentario del Dr. Quijano, especialista en el tema: “Muchos entienden que lo mejor de la vida se ha desplazado a un espacio virtual mucho más grande, con más emociones, con risas y sonrisas, de ser aceptado y reconocido”, consideró Quijano.
Así, la red social diseñada para conectar personas, paradójicamente esta “desconectando” a otras, muchas de las conductas aquí mencionadas, son dignas de atención por parte de profesionales de la salud mental, por lo que si usted se sintió aludido, tal vez debería buscar ayuda y de paso darme “like”. En resumen, ame a su pareja y para su pareja, no ame al ex, le escriba a la pareja y lo publique para que el otro lo sepa. Es cuanto señor presidente.







