Marcos Durán Flores
Dogma de FeDiciembre 31 de 2013El primer año Contar los días y las horas para fijarnos una idea del tiempo y darle así un sentido a nuestras vidas, ha sido siempre una obsesión de la raza humana. Desde siempre, los el fin y el comienzo de los años se organizaban y se siguen organizando en torno a eventos agrícolas, astronómicos y religiosos. Han sido alrededor de 4,570 millones de ocasiones en que la tierra ha completado el movimiento de traslación, ese que nos hace orbitar alrededor del Sol impulsados por la gravitación. Ahora y siempre, este proceso ha tomado 365 días, 5 horas y 57 minutos y a este tiempo nuestros antepasados lo llamaron año y son por estas horas adicionales la razón por la que cada cuatro años añadimos a febrero un día, nombrándolo año bisiesto. Termina un año mas e inicia un nuevo año calendario.Desde hace mucho tiempo los humanos hemos celebrado el final y el comienzo de una nueva era, de un nuevo año. En Babilonia hace cuatro milenios celebraban el inicio del año coincidiendo con la primera luna nueva después del solsticio de Invierno, y con ello una gran fiesta religiosa a la que llamaban «Akitu». En el antiguo Egipto, el año iniciaba con la inundación anual del Nilo, coincidente con la aparición de la estrella Sirio o Alfa Canis Maioris.En la Roma antes del Imperio, Rómulo fundador de la ciudad eterna impuso un calendario solar que constaba de 10 meses: 6 meses de 30 días y 4 más de 31 celebrando el año nuevo el día 304; después el Rey Numa Pompilio agregó los meses de Enero y Febrero. Pero al pasar de los siglos, ese calendario cayó fuera de sincronía con el Sol, siendo hasta el año 46 AC. en que el gran Julio César resolvió el problema consultando a astrónomos y matemáticos. Se introducía así el calendario juliano que funcionó por más de un milenio. Era el tiempo en que el primero de enero se honraba a Jano, Dios romano de todos los comienzos y finales, cuyas dos caras le permitían mirar hacia el pasado y el futuro.
Pero tras el triunfo del cristianismo, el inicio de año se movió a fechas de alto significado religioso como el 25 de diciembre. Fue entonces que a iniciativa del Papa Gregorio XIII, se restableció el primer día del año al primero de Enero instituyéndose así el calendario gregoriano por el cual se rigen hoy día la mayor parte de los países. Mañana inicia el año 2014 de la actual era y al igual que Jano, podremos mirar al pasado imaginando el futuro; pensar lo que hicimos bien y mal. Dispondremos al igual que todos los días, de la gran oportunidad de cambiar, de vivir y de disfrutar con intensidad de nuestras cortas vidas. Pero no espere milagros porque el nuevo calendario no disolverá los espectros de nuestros males, seremos los mismos, quizás solo más viejos. El sol saldrá como siempre por el oriente y seguiremos con los mismos vicios, los mismos defectos y con algo de suerte con las mismas virtudes y aunque para este nuevo año me agradaría decirle que todos sus anhelos y propósitos se cumplirán y que todo saldrá a la perfección, lamentablemente no será así.
El próximo año será como todos los anteriores, mezcla de buenos y malos momentos, de alegrías y tristezas, de risas y de llantos, de amor y desamor. Y aunque agotados por la rutina y los aspectos negativos de una cosa tiene que estar seguro: el siguiente año pasará más rápido que cualquier otro, pues al tiempo no se le puede retener o detener. Recuerde que los días se nos hacen eternos y los años se pasan volando, así que disfrútelo al máximo pero sin perder de vista las pequeñas y grandes maravillas de la vida como son el amor en cualquiera de sus expresiones, el beso de un hijo, la plática con los amigos, disfrutar los regalos diarios que nos dan el universo y la naturaleza, cuidar el producto máximo de la evolución de cientos de millones de años: nuestro cuerpo.
Aprovechemos el nuevo año y hagamos la ocasión perfecta para perdonar y ser perdonados, el año de las segundas oportunidades, de los nuevos comienzos, de los finales dejando de lado aquello que nos lastima, de cumplir pequeñas metas, de ser un poco más compasivos. Celebremos a la vida, porque estar aquí bien ha valido la pena; y quién sabe, quizás con algo de suerte y mucha preparación, puede ser el primer año del resto de nuestras vidas. Feliz Año Nuevo.@marcosduranf
Pero tras el triunfo del cristianismo, el inicio de año se movió a fechas de alto significado religioso como el 25 de diciembre. Fue entonces que a iniciativa del Papa Gregorio XIII, se restableció el primer día del año al primero de Enero instituyéndose así el calendario gregoriano por el cual se rigen hoy día la mayor parte de los países. Mañana inicia el año 2014 de la actual era y al igual que Jano, podremos mirar al pasado imaginando el futuro; pensar lo que hicimos bien y mal. Dispondremos al igual que todos los días, de la gran oportunidad de cambiar, de vivir y de disfrutar con intensidad de nuestras cortas vidas. Pero no espere milagros porque el nuevo calendario no disolverá los espectros de nuestros males, seremos los mismos, quizás solo más viejos. El sol saldrá como siempre por el oriente y seguiremos con los mismos vicios, los mismos defectos y con algo de suerte con las mismas virtudes y aunque para este nuevo año me agradaría decirle que todos sus anhelos y propósitos se cumplirán y que todo saldrá a la perfección, lamentablemente no será así.
El próximo año será como todos los anteriores, mezcla de buenos y malos momentos, de alegrías y tristezas, de risas y de llantos, de amor y desamor. Y aunque agotados por la rutina y los aspectos negativos de una cosa tiene que estar seguro: el siguiente año pasará más rápido que cualquier otro, pues al tiempo no se le puede retener o detener. Recuerde que los días se nos hacen eternos y los años se pasan volando, así que disfrútelo al máximo pero sin perder de vista las pequeñas y grandes maravillas de la vida como son el amor en cualquiera de sus expresiones, el beso de un hijo, la plática con los amigos, disfrutar los regalos diarios que nos dan el universo y la naturaleza, cuidar el producto máximo de la evolución de cientos de millones de años: nuestro cuerpo.
Aprovechemos el nuevo año y hagamos la ocasión perfecta para perdonar y ser perdonados, el año de las segundas oportunidades, de los nuevos comienzos, de los finales dejando de lado aquello que nos lastima, de cumplir pequeñas metas, de ser un poco más compasivos. Celebremos a la vida, porque estar aquí bien ha valido la pena; y quién sabe, quizás con algo de suerte y mucha preparación, puede ser el primer año del resto de nuestras vidas. Feliz Año Nuevo.@marcosduranf

              





