Estas fechas navideñas y de un año que termina y otro que empieza, es una época propicia para definir nuestros propósitos. Hace días escuché a un amigo decir: “¡Caramba! ya es diciembre y no he podido empezar la dieta que me propuse al iniciar este año. Bueno, ahora lo dejaré para el siguiente año, pues ya empezaron las posadas y no hay forma de resistirse a comer tamales”. Una cosa es lo que uno se propone y otra es cumplirla. Hasta lo prometemos y brindamos por ello, pero contar con la fuerza de voluntad para cumplir con la meta establecida, es otro asunto.Hay otros deseos que los dejamos a que Dios los resuelva o que el Presidente en turno cumpla con lo que prometió, o que nuestros problemas se resuelvan por obra y gracia de la suerte, y los expresamos con frases como las siguientes: “Ojalá y el próximo año nos vaya mejor”. “Ojalá que las cosas cambien, que la situación económica se mejore”.Casi nunca nos planteamos qué parte nos corresponde hacer a nosotros. Sin embargo, la esperanza de que las cosas mejoren, es lo que vale, y ella se renueva cada año en estas épocas en las que deseamos “que el próximo año sea de mucho éxito, prosperidad y bendiciones”, o bien “que la salud, la armonía y la prosperidad permanezcan hoy y siempre en nuestro hogar”. O el que expresa: “Que en esta Navidad llegue el amor, la felicidad y la esperanza a tu hogar y que el niño Dios te cuide y te proteja a ti, a toda tu familia y a tus seres queridos”.Las formas de expresar nuestros mejores deseos son infinitas, no cabe duda que los humanos tenemos muchas formas para manifestar el bien al próximo, por ejemplo esta: “El tren de la vida. La vida es como un viaje en un tren, con sus estaciones, sus cambios de vías y sus accidentes. Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, y creemos que siempre viajarán a nuestro lado, pero en alguna estación ellos se bajarán, dejándonos en el viaje solos. De la misma forma se subirán otras personas, que serán significativas: nuestros hermanos, amigos, hijos y hasta el amor de nuestra vida. Muchas bajarán y dejarán un vacío permanente. Otras pasarán tan desapercibidas que ni nos daremos cuenta que desocuparon sus asientos. Este viaje estará lleno de alegrías, tristezas, fantasías, esperas, y despedidas. El éxito consiste en tener una buena relación con todos los pasajeros, en dar lo mejor de nosotros. El gran misterio para todos, es que no sabemos en qué estación nos bajaremos, por eso, debemos vivir de la mejor manera, amar, perdonar, ofrecer lo mejor de nosotros. Así, cuando llegue el momento de desembarcar y quede nuestro asiento vacío dejemos bonitos recuerdos a los que continúan viajando en el tren de la vida. Te deseo que el viaje en tu tren para el año que viene sea mejor cada día, cosechando éxitos y dando mucho amor. ¡Ah! Y te doy las gracias por ser uno de los pasajeros de mi tren”.O este otro deseo que todo se lo deja a Dios: “A todas las personas maravillosas que Dios ha puesto en mi camino, les deseo una feliz Navidad y un fabuloso 2014. Que el Señor les de salud, y que en su familia reine el amor y la paciencia. Yo, con tener lo mejor de cada uno de ustedes, estoy plenamente agradecido. Espero seguirte contando siempre entre mis afectos. Y que Dios te cuide siempre”.Independientemente de la forma de expresar los mejores deseos, como dice el filósofo Spinoza, los hombres intercambiamos parabienes porque tenemos necesidad de regenerarnos continuamente como individuos. Por ello lo hacemos en épocas navideñas. Spinoza nos da a entender que todo individuo tiene necesidad de otros seres humanos para preservar su forma y su existencia.Expresar buenos deseos es dar algo de uno y recibir a cambio “parte” del otro. Así se manifiestan las relaciones que permiten y fortalecen la sociabilidad, y lo más significativo es que este “compartir” entre individuos nos hace más individuos. En suma, ofrecer buenos deseos es la esencia misma de nuestra condición humana, es la manera de recrear continuamente el proceso de recomposición o reconstrucción de nosotros.La manifestación de los buenos deseos conlleva un “desear lo mejor para todos”, no sólo para el individuo a quién se le expresa el buen deseo, de esta suerte lo que en el fondo se construye es una nueva clase de comunidad. Lo mejor en el 2014.jshv0851@gmail.com

              





