Serias interrogantes para la autoridad dejó el accidente que sufriera un octogenario, quien murió de un balazo en la cabeza ayer al mediodía en el seno de su casa ubicada en el primer cuadro de la ciudad.
El cuerpo de Rómulo Moreira Narro, de 82 años, fue localizado por su esposa en el interior de su domicilio, ubicado en la calle Murguía número 423. Fue el estruendo que la escopeta calibre .22 liberó el que alertó a la mujer.
Según las primeras investigaciones realizadas por agentes ministeriales, Moreira Narro se disparó en la cabeza con su escopeta alrededor de las 14:35 horas; fueron socorristas de la Cruz Roja quienes atendieron la llamada de auxilio.
Los cuerpos de rescate, agentes de la Policía Municipal, elementos de la PGJE y activos de la Secretaría de la Defensa Nacional, arribaron al domicilio ya que la llamada de auxilio señalaba la presencia de un arma de fuego inmiscuida en la situación.
Según versiones preliminares, Moreira Narro se encontraba limpiando el arma cuando el accidente sobrevino, versión que desata más interrogantes ya que el proyectil que fue disparado desde la escopeta ingresó por la boca del occiso, hecho que hace que la teoría del suicidio cobre fuerza, aseguraron los agentes de la Policía.
Después de la llegada de las autoridades, paramédicos de la Cruz Roja arribaron para revisar el cuerpo de la víctima, y tras esto dieron la fatal noticia a sus deudos.
El cuerpo presentaba orificio de salida, más no de ingreso, por lo que las autoridades ministeriales señalan que investigarán el deceso ya que aunque efectivamente pudiera tratarse de un accidente el que cobró la vida de Moreira Narro, la teoría del suicidio no puede ser desechada.
El cuerpo de Rómulo Moreira fue trasladado a las instalaciones del Semefo, donde se le practicó la necropsia de ley para determinar las verdaderas causas del fallecimiento.






