El daño a los mantos freáticos en ciudades como Saltillo al amparo de recursos legales que permiten el crecimiento de la mancha urbana, incluso por encima de las zonas de recarga, podría traducirse en una especie de «suicidio colectivo», consideró el gobernador Rubén Moreira Valdez.
Al hablar durante la inauguración del coloquio internacional «Derecho humano al agua» en el que participan representantes de dependencias y organismos no gubernamentales, el funcionario dijo que en esta ciudad a diario hay quienes intentan violar la ley ambiental para obtener beneficios económicos.
«Llevar el agua a la casa cuesta, pero tener el agua para llevar a la casa también debería de costar y nos debería de evitar hacer cosas que se pueden convertir en un suicidio colectivo, específicamente en poblaciones como Saltillo, donde todos los días alguien se empecina en construir arriba de la sierra Zapalinamé y alguien busca los recovecos de la ley para no cumplir con las determinaciones de la autoridad municipal, estatal o federal», anotó.
Dijo que por la falta de cuidado del medio ambiente y las afectaciones a las zonas de recarga de agua en el subsuelo, el líquido cada vez es más escaso y caro, y por si fuera poco en ciudades como Torreón resulta de poca calidad debido a la profundidad en que se encuentra.
«En la Comarca Lagunera la gran producción agrícola ha golpeado el consumo humano, a tal grado del aumento del arsénico en el vital líquido. Hoy hacemos esfuerzos para quitar el arsénico del agua, pero deberíamos hacer más para evitar el agotamiento de los mantos acuíferos, porque construir un pozo en la Comarca, es sacar el agua a 300, 400 metros, cuando antes sacar el agua estaba a 20 metros de profundidad», detalló.
El coloquio busca contribuir con autoridades sobre medidas que garanticen un mejor abasto y distribución del agua entre la población.
Fuente: El Heraldo






