Hitler, entre @lopezobrador_ y @PabloHiriart Alexia Barrios G. Los refranes mexicanos son muy sabios al apuntar que “el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta”. Y esa sabiduría está entre los políticos, que pueden en público mentarse la madre y después de las crisis públicas que provocan, salir muy abrazados y hasta ser compañeros de nuevas batallas. “No me lamentes… yo te lamento”, reza otro dicho, que bien podría calificarse al debatito actual que traen los defensores de Peña Nieto y los de Andrés Manuel López Obrador por el uso irresponsablemente terrible de la figura de Hitler para descalificarse mutuamente. Aun cuando las pasiones se desbordan en ambos polos, como ocurrió en su momento con Calderón, afortunadamente ninguno ha llegado al extremo de ser un fascista y mucho menos, hitleriano. Pero el nivel del debate está cayendo demasiado bajo. Este día, Pablo Hiriar, le tunde duro a López Obrador comparándolo con Hitler: “AMLO, como Hitler, no cree en la democracia, pero se vale de ella para llegar al poder y obstruir el funcionamiento delas instituciones democráticas. En eso está nuestro Hitler local: con un llamado a impedir que la democracia funcione, pues no puede asimilar que el Poder Legislativo ejerza su tarea de discutir, dictaminar y votar una propuesta de reforma constitucional enviada por el Ejecutivo.” Se equivoca Hiriart, porque Andrés Manuel, si bien se fue duro al plantear un plan de acción y hasta ridículamente filtrar que en su minconsulta del domingo pasado votaron 43 mil 140 de los participantes en el mitin (algo realmente imposible y que se le puede revertir), dejó abierta la rendija: AMLO reiteró en su discurso no descartar que Peña Nietopudiera reconsiderar y “abra espacio para una reconsideración”. Y por si fuera poco, según la columnista Martha Anaya, Ricardo Monreal dejó un mensaje al Presidente de la República de que se había “dejado pasar una oportunidad histórica de reconciliación nacional (…) porque aunque no la hubiera aceptado íntegramente, pudo haberse mostrado dispuesto a sentarse a dialogar”. En el bando de los defensores de AMLO también hay imprecisiones. Federico Arreola, argumenta que nunca ha comparado López Obrador a Peña Nieto con Hitler: “¿Por qué haces tú lo mismo, Andrés Manuel? No has comparado, o todavía no, a Peña Nieto con Hitler. Pero lo has calumniado y has pedido que se le calumnie masivamente en las redes sociales, con el peor calificativo que puede recibir un mexicano: el de traidor a la patria.” Sin embargo, el Twitter maldito, tiene memoria y lo que se diga y quede registrado en la red se queda para siempre, bueno, mientras la blogósfera lo permita. Comento esto porque el pasado 1 de octubre, la cuenta @lopezobrador_, que es la oficial del ex candidato presidencial, apuntó la siguiente comparación del régimen actual con el de Hitler:
Esta misma tuitera le respondió de inmediato, anticipando que se le podría revertir por ser un tuit irresponsable de él o de quien maneje su cuenta por las siguientes razones: primera, porque es falso que el equipo de comunicaciónpeñanietista tenga el control de la agenda mediática, pues hasta el informe presidencial, las notas de opinión eran 48% negativas contra un 22% positivas para el presidente, con base en datos bien realizados por el Senado de la República, como lo apunte en mi columna del 22 de agosto. Y en segunda, porque las condiciones para que MORENA alcance su registro está peor que el mítico Sísifo: a cuesta arriba y con probabilidad de que no lo alcance si los simpatizantes de López Obrador no terminan de convencerse. Y el que AMLO lance tuits de manera irresponsable, como el que cito arriba, sin duda, es un motivo para que muchos ciudadanos se alejen de su movimiento. Ahí están los fracasos recientes en Hidalgo y en la mismísima Zacatecas de los Monreal Ávila. Por eso, es muy saludable que en esta coyuntura, se guarden las armas, porque si de lo contrario… “el que se enoja, pierde”. alexiabarriossendero@gmail.com







