NO AL INE (Instituto Nacional Electoral). SERGIO J. GONZÁLEZ MUÑOZ La propuesta de crear el Instituto Nacional de Elecciones (INE) en sustitución del IFE, bajo ninguna circunstancia es una novedad. El temase propuso en el Programa de Acción del PRD en 2001 pero irrumpió en el escenario político-legislativo formal con toda su fuerza en aquélotro Pacto por México, expresado en la Ley para la Reforma del Estado (LRE), promulgada el 13 de abril de 2007.El objeto de aquella norma era establecer los mecanismos para el análisis, negociación y construcción de acuerdos para la concreción del proceso de la Reforma del Estado y creaba la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión (CENCA) como órgano rector de la conducción del proceso.La CENCA estuvo integrada por los Presidentesde las Cámaras de Senadores y Diputados, que la presidirían alternadamente casa seis meses;los coordinadores de cada Grupo Parlamentario en ambas Cámaras y los Presidentes de las Comisiones de Reforma del Estado de las dos Cámaras. Podían participar también los representantes de la Presidencia de la República, así como las presidencias de los partidos políticos nacionales.La LRE disponía los temas siguientes como de pronunciamiento obligatorio o prioritario:Régimen de Estado y Gobierno; Democracia y Sistema Electoral; Federalismo; Reforma del Poder Judicial, y Garantías Sociales.En ese contexto, el INE fue propuesto en una u otra forma por varios partidos. Hoy abordo lopropuesto por el PRI, que no proponía entonces(ni lo hace hoy) la supresión de los órganos electorales locales, pues presentó alegatosexclusivamente presupuestales y dio muestras de respeto por las potestades soberanasestatales y del DF en la materia.El alegato tricolor, plasmado en un documento de cerca de 110 cuartillas, era el siguiente:transformar el IFE en el INE para la organización de los procesos electorales federales y apoyar, mediante convenios suscritos con las entidades federativas, la organización de los procesos locales.La creación del INE, decía el PRI de 2007,fortalecería de manera significativa al sistema electoral mexicano pero aunado a otros dos aspectos sustantivos: la puesta en marcha del Registro Nacional Ciudadano (RNC) y la instalación de un órgano especializado para realizar la fiscalización de los recursos de los partidos políticos.Según aquel PRI, las circunstancias que impulsaron la creación del IFE en los noventaobedecieron a la necesidad de crear una institución que garantizara confianza e imparcialidad en la organización de los comicios.Decía el tricolor que esa autoridad electoralhabía cumplido su cometido hasta el proceso electoral de 2003 pero que en las últimas elecciones (2006) su actuación pública había generado cuestionamientos severos por los partidos y la sociedad debido a los yerros cometidos frente a los conflictos electorales del proceso y, particularmente, en el manejo de los resultados electorales.Aunado a lo anterior, continúa el documento, en las entidades federativas se habían desarrollado organizaciones electorales que habían tenido grados diferentes de aceptación entre los actores y la sociedad y cuya estructuración habíacorrespondido a una adaptación local de las características, naturaleza y atribuciones del IFE.“…se optó por un modelo en dos niveles de competencia: el federal y el estatal en cada unode los cuales coexisten órganos… que desempeñan las funciones de organización y administración electoral así como la regulación y vigilancia del régimen de partidos.”Más adelante, el PRI decía que en el ámbito federal las disposiciones que rigen a los órganos y a los procedimientos electorales se desprenden de la Constitución y de las leyes respectivas, mientras que en el ámbito local, las entidades seguirían ejerciendo su autonomía para regular en esta materia mediante normas locales atendiendo lineamientos y principios generales de la Constitución federal.Aquí empieza un argumento interesante, ya anunciado, relativo a la preocupación por el gasto electoral. Dice el texto que no obstante lo anterior, prevalecía una duplicidad de funciones que encarecía el costo de la organización de las elecciones, tanto para las entidades como para la federación, sin que ello se tradujeranecesariamente en una mayor confianza o eficiencia en la organización electoral.En consecuencia, alegaron los priístas, resultabaconveniente pensar en un sistema institucional unificado de carácter nacional, que se hicieracargo de la organización de todos los procesos electorales impulsando la responsabilidad local a través de convenios con las entidades federativas, (pero no suprimiendo los órganos locales) y que mantuviera la garantía de elecciones técnicamente bien hechas. Con esta medida, el tricolor calculó que sería posible reducir el costo de la organización electoral hasta en un 40% de lo que entonces se destinaba a procesos federales y locales.La propuesta fue concreta: transformar el IFE en el INE, en un esquema de federalización de la facultad para organizar las elecciones bajodiversos criterios, del que destaco por hoy el que decía que se salvaguardaría la autonomía de las entidades federativas para darse sus propias normas en materia electoral siguiendo ciertas bases que se fijarían en los artículos 116 y 122 constitucionales e incluir en ellos el criterio de coordinación obligatoria entre el órgano nacional electoral y las autoridades electorales de las entidades federativas para convenir diversos apoyos en materia electoral.Le seguimos la semana que entra. Gracias por leerme. sergioj@gonzalezmunoz.comTwitter: @sergioj_glezm







