Manuelito, el niño de Tabasco; humillado y ofendido Alexia Barrios G. El caso de “Manuelito”, el niño que fue humillado en la Zona Luz por un funcionario menor del municipio de Centro, Tabasco (Villahermosa), tiene un gran trasfondo y el por qué despertó tanta indignación en las redes sociales: 1.- “Manuelito” es originario de Chiapas, y él como cientos de chiapanecos que día a día recorren varios municipios de Tabasco (el rico estado de petroleros), representa el fenómeno de desplazamiento que se acentuó desde 1994 con la irrupción del EZLN. Esa es la situación actual de los desplazados y quienes buscaron refugiarse en los límites de Tabasco y Chiapas. 2.- “Manuelito” es uno de los cientos, o quizá miles de indígenas chiapanecos que deambulan en la capital de Tabasco (y en otras ciudades de Veracruz, Campeche, Yucatán y Quintana Roo) vendiendo dulces, artesanías y rifándose la vida en los cruceros para ganarse unos pesos. 3.- “Manuelito” es calificado despectiva y racistamente por los pobladores de Tabasco como “chiapita” o “chapita” que los consideran una raza inferior a ellos, los pudientes de Tabasco (aunque también sean igual o peor de pobres). Hace unos meses, incluso, quien esto escribe escuchó al más famoso locutor de la XEVT, quien además es propietario de una plaza comercial en la esquina más cotizada de Villahermosa (donde venden sus dulces los “chapitas”) emitir un comentario como “es cada vez más notable la presencia cada vez más frecuente de chapitas en Villahermosa; ahí andan, muy pobres ellos”). 4.- “Manuelito” es un vendedor de dulces y cigarros como cientos o quizá miles de niños chiapanecos que recorren Villahermosa, en especial en la Zona Luz, donde hay bares, restorantes, comercios y se reúnen todo tipo de personas a convivir. En efecto, pero también es de dominio público y del propio alcalde, el neoperredista y ya anticipado militante de MORENA, Humberto de los Santos Bertruy, quien fue subsecretario de Gobierno con Manuel Andrade y también secretario del Ayuntamiento con Evaristo Hernández Cruz (ambos del PRI), que en dicha Zona Luz también hay distribución de droga al menudeo. ¿Por qué nunca han hecho un operativo o denuncia contra dichas “tienditas” en lugar de hostigar a los indígenas? 5.- “Manuelito” como un caso, sin embargo, no vino a llamar la atención al PRD Tabasco, al PRD Nacional, al propio Andrés Manuel López Obrador, que hasta ahora han callado los atropellos de un gobierno emanado de sus filas y quien aporta más que recursos para la formación de MORENA. Ni una sola palabra al respecto de Octavio Romero y mucho menos de Martí Batres sobre la calidad de sus aliados políticos como De los Santos Bertruy. 6. “Manuelito” por otra parte, es el primer llamado de atención a lo que está pasando en Tabasco, más allá del escándalo de las corruptelas de Andrés Granier, quien ya se agotó como cortinota de humo para ocultar la ineptitud del equipo gobernante encabezado por Arturo Núñez, especialmente en seguridad: 12 días de terror; secuestro al alza; grupos paramilitares contra narcotraficantes, ejecuciones continuas, femenicidio (dos niñas y una muchacha en esta semana; 30 mujeres en total, según reporta Tabasco Hoy) . Algo grave pasa en Tabasco, en medio de rumores de renuncias de funcionarios clave que no le ven rumbo a su gobierno. alexibarriossendero@gmail.com







