Siempre ha sido difícil luchar bajo la tormenta, pero es así cuando se aprecia más el arcoíris.Marce Cinta ¿Qué hago para sacar a mi hija de su casa? , está embarazada y su esposo la ha golpeado en dos ocasiones y siempre la insulta, solo que ella no quiere salirse de ahí.Yo tenía 20 años en ese momento, y era parte de mi trabajo, estar con esas mujeres, ayudarlas y guiarlas. Hace algunos años me toco la tarea de realizar reuniones con mujeres de todas las edades para inculcar la prevención del cáncer cérvico uterino. Aproximadamente en cada reunión eran diez mujeres, a veces más, a veces menos. Parte de la plática era ver un video sobre las principales causas de muerte en nosotras, una de ellas era la violencia familiar. Era interesante ver que al final no deseaban hablar decómo prevenir el cáncer, tristemente era sobre qué hacer para que el esposo dejaran de insultarlas o sushijos, o de golpearlas, o como sacar a una hija con unmarido misógino, o como defenderse ante alguna agresión. Impotencia me da saber que 1 de cada 3 mujeres en América Latina sufren algún tipo de violencia, o van a sufrir, o ya la sufrieron. Violencia económica, psicológica (verbal), física o sexual. Las señales de violencia inician en el noviazgo y culmina en el matrimonio. Lo peor de todo es darse cuenta y no alejarse hasta que ya no puedan por temer por la vida de ellas o sus hijos. 1 de cada 3 mujeres vivirán algún tipo de violencia a lo largo de su vida, puedo apostar que tal vez 2 de cada 3, pero hay muchas que aún lo callamos. La violencia la puede generar un familiar (padre, hermano, hijo o madre quizás), novio, pareja o persona ajena (familiar político o cercano). Desgraciadamente yo soy parte de esa estadística, yo también la viví. He visto muchas mujeres sufriendo por esto, me alegra tanto ver como algunas salen adelante y lo peor es ver como regresan a los golpes o insultos de una persona que ha prometido no volverlo hacer y termina haciéndolo.Por cada una de las mujeres que han muerto, por lasque lo han superado y salido adelante, y por las que ahora lo padecen en pleno siglo 21, en necesario hacer conciencia y fortalecernos cada momento y cada instante. Es difícil bailar con el diablo en tu espalda, el peso de alguien que te lastima, así que sacúdelo y busca el cielo, buscar vivir, busca sonreír. No estás sola, siempre habremos muchos que te vamos ayudar. Los golpes sanan del cuerpo, algunas veces quedan estragos con el tiempo. Lo que queda para siempre es el recuerdo y el daño en el alma. Tal vez se perdoné pero nunca de olvida. Marcela CintaTwitter: @marcelacintaMarcela.cintadelag@gmail.comwww.marcela-cinta.com







