Un grupo de personas procedentes de los ejidos Carneros, Agua Nueva y San José de la Joya organizaron ayer una pequeña manifestación afuera de la casa del Obispo Raúl Vera López, exigiendo la reinstalación del padre Pablo Pérez, quien atendía a esas comunidades y que fuera removido de las mismas por instrucciones del Obispo.
Sin embargo, Raúl Vera ni siquiera se enteró de la manifestación. Hasta dónde se sabe, el Obispo se encuentra en Siria, haciendo un recorrido por ese país como parte de sus actividades de defensor de los derechos humanos ajenas a la Diócesis que el Vaticano le encomendó.
No es la primera ocasión en que decisiones de éste tipo tomadas por Vera López generan inconformidad entre los fieles católicos. Antes ocurrió cuando el Obispo decidió retirar al Padre Humberto de la Parroquia de Catedral, al frente de la cual estuvo durante cuarenta años; o cuando decidió remover al Padre Antonio Usabiaga de la Iglesia de Fátima. El Padre Usabiaga falleció poco tiempo después de que fuera removido. 
Fuente: El Heraldo