Una hora tardó el avión en despegar desde
que comenzó a andar sobre la pista del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de
México. Comparado con los 50 minutos de vuelo que duró el viaje a la ciudad de
Guadalajara, el tiempo de espera provocó tensión y malestar en prácticamente
todos los pasajeros del vuelo.
Poco antes de despegar pude notar la fila
de mas de 10 aviones esperando para poder utilizar la única pista con la que
cuenta el que hasta hace algunos años era el aeropuerto principal del país.
En todo el tiempo de espera tuve la
oportunidad de revisar mis redes sociales y leer algunas noticias, entra las
que mas llamó mi atención fue un artículo acerca del “Nuevo Aeropuerto de la
Ciudad de México”. Se retomará el proyecto en Texcoco y prácticamente solo se
espera afinar detalles para presentar la licitación. Inclusive, empresarios de
la construcción ya han levantado la mano para realizar el nuevo proyecto. Es
indudable que será un excelente negocio para la empresa constructora que gane
la licitación.
Sin embargo, hablando de intereses
meramente políticos, el proyecto del aeropuerto puede provocar, una vez mas, un
estallido social en contra del actual gobierno federal. Recordando aquel
trágico diciembre del año 2001, el gobierno federal comandado en aquel entonces
por Vicente Fox, aseguraba que las obras del nuevo aeropuerto comenzarían a
principios del año 2002. La historia del descontento de los ejidatarios por sus
tierras y el pésimo manejo que tuvo el gobierno federal de la situación derivó
en uno de los episodios mas oscuros y tristes de la historia contemporánea
mexicana. “La matanza de Atenco” es sin lugar dudas la gran muralla que separa
al actual presidente, Enrique Peña Nieto, de promover un proyecto sin problemas
de planeación y ejecución o hacerlo con un proyecto que apretaría la situación
política del país.
No hay que confundirnos, la construcción
del nuevo aeropuerto es primordial para la capital del país, ya que el aeropuerto
actual ha sobrepasado su capacidad y ha provocado que muchos vuelos tengan que
aterrizar en aeropuertos de ciudades medianamente cerca de la capital. Pero, si
es tan importante; ¿Por qué ha permanecido en la agenda política por mas de 10
años y no se ha logrado construir?
La respuesta podría no ser tan fácil de
encontrar, ya que aparentemente todos los niveles de gobierno coinciden en el
fin pero es indudable que no lo hacen en la forma.
La situación anterior puede entorpecer la
realización del nuevo aeropuerto, ya que indudablemente el proyecto se
encontrará con baches políticos que si el gobierno federal no es capaz de
esquivar, se repetirá la historia y México seguirá sin tener el tan importante
nuevo aeropuerto. Esto dependerá, en buena medida, de la situación política del
país en los próximos años. Las alianzas se han realizado para bien de algunas
reformas y aparentemente el “Pacto por México” ha ayudado a lograrlo. Sin
embargo, habrá que ver hasta cuando seguirá la luna de miel con el nuevo gobierno. Los grupos opositores siguen
esperando cualquier detalle que les ayude a saltar y gritar que “el grupo en el
poder” solo quiere abusar y robarnos. Por lo que el proyecto del nuevo
aeropuerto puede ser un arma de doble filo para el presidente Enrique Peña.
La situación se pone aún mas interesante
si consideramos la cercanía del nuevo aeropuerto con el antiguo. Existen
algunos técnicos expertos de la materia que aseguran que el nuevo aeropuerto no
debería estar en ese lugar, ya que el antiguo quedaría obsoleto. Al contrario,
se debería ubicar en un lugar mas alejado y de esa forma los 2 aeropuertos
podrían funcionar en paralelo, con lo que tendríamos una mejor operación y no
se desecharía toda la infraestructura existente.
Menudo problema que tiene entonces el
presidente Enrique Peña Nieto y su equipo de trabajo. Pueden apostar por un
proyecto ya diseñado que sin lugar a dudas provocará problemas políticos o
podrían voltear a ver otras propuestas y algunas otras opciones alternas para
salir mejor librados, aunque esto conllevaría mas tiempo. Pero lo que es un
hecho es que será prioridad del gobierno federal el nuevo aeropuerto de la
Ciudad de México, solo que se tendrá que realizarlo con el tacto de un cirujano
y utilizando los mejores recursos políticos para evitar disyuntivas.
Me gustaría leer sus opiniones, siempre
enriquecedoras.
Twitter: @DavidRodzG
David
Rodríguez