El 30 de noviembre del 2011, el programa británico Top Gear
mostró un segmento donde se anunciaba el primer auto deportivo 100% mexicano.
En lugar de reseñarlo como es su costumbre, usaron la nacionalidad del coche
para intercalar un sketch lleno de chistes racistas y lugares comunes sobre
México, los mexicanos y cómo no era un orgullo serlo. La reacción no se hizo
esperar: el escándalo mediático fue mayúsculo, el chiste devino incidente
diplomático al exigir la Embajada mexicana una disculpa pública.
mostró un segmento donde se anunciaba el primer auto deportivo 100% mexicano.
En lugar de reseñarlo como es su costumbre, usaron la nacionalidad del coche
para intercalar un sketch lleno de chistes racistas y lugares comunes sobre
México, los mexicanos y cómo no era un orgullo serlo. La reacción no se hizo
esperar: el escándalo mediático fue mayúsculo, el chiste devino incidente
diplomático al exigir la Embajada mexicana una disculpa pública.
Top Gear es un fenómeno mediático. Es una revista, acto en
vivo y programa de televisión con una audiencia de unos 350 millones de
personas en 53 países de todo el mundo. Los productores, lejos de enterrar el
asunto, dieron la bienvenida a la atención de nuevos mercados americanos
añadiendo guiños humorísticos alusivos a la indignación mexicana en episodios y
ejemplares subsecuentes. Llamaron a la calidad de los coches Volkswagen » obviamente perfecta en todo
aspecto» por el hecho de ser fabricados en Puebla. El presentador que dijo
los chistes más ofensivos en aquel episodio confundió la bandera de la India
con la mexicana en un episodio subsecuente.
El coche que se usó de pretexto para hablar de México, mientras tanto,
jamás apareció en el programa. Hasta el 19 de febrero pasado.
vivo y programa de televisión con una audiencia de unos 350 millones de
personas en 53 países de todo el mundo. Los productores, lejos de enterrar el
asunto, dieron la bienvenida a la atención de nuevos mercados americanos
añadiendo guiños humorísticos alusivos a la indignación mexicana en episodios y
ejemplares subsecuentes. Llamaron a la calidad de los coches Volkswagen » obviamente perfecta en todo
aspecto» por el hecho de ser fabricados en Puebla. El presentador que dijo
los chistes más ofensivos en aquel episodio confundió la bandera de la India
con la mexicana en un episodio subsecuente.
El coche que se usó de pretexto para hablar de México, mientras tanto,
jamás apareció en el programa. Hasta el 19 de febrero pasado.
Dos años después del incidente, Top Gear finalmente
trasmitió un segmento que tenía como protagonista al deportivo mexicano
Mastretta MXT. Filmado en México, el presentador que había recitado las líneas
más ofensivas de ese sketch vino a La Rumorosa (Baja California) como castigo
por perder una carrera. El México que retrata es un lugar desolado y
amenazador, lleno de personas indiferentes al llamativo auto, pero que lo
decapitarán a la menor provocación.
También matiza o cambia sus palabras a la menor señal de presencia de un
mexicano. El segmento finaliza con una camioneta negra de modelo reciente
siguiendo sospechosamente al Mastretta y a su ocupante extranjero.
trasmitió un segmento que tenía como protagonista al deportivo mexicano
Mastretta MXT. Filmado en México, el presentador que había recitado las líneas
más ofensivas de ese sketch vino a La Rumorosa (Baja California) como castigo
por perder una carrera. El México que retrata es un lugar desolado y
amenazador, lleno de personas indiferentes al llamativo auto, pero que lo
decapitarán a la menor provocación.
También matiza o cambia sus palabras a la menor señal de presencia de un
mexicano. El segmento finaliza con una camioneta negra de modelo reciente
siguiendo sospechosamente al Mastretta y a su ocupante extranjero.
Esta vez, la reacción al segmento fue incluso positiva. Top
Gear aceptó su error, clamaron los titulares. A pesar de que bromear sobre
decapitaciones es un insulto inaceptable a la memoria de las decenas de miles
de víctimas de la guerra contra el narco, sus familias y a la precaria
situación del país entero que se ve, en mayor o menor medida, impedido de
llevar una vida normal debido a los constantes enfrentamientos, el honor
nacional no fue profanado esta vez por un extraño enemigo. Al contrario, el
daño fue resarcido gracias a que los Tres Masiosares se dignaron a visitar
nuestro país y a conducir un coche de fabricación nacional para la televisión.
Gear aceptó su error, clamaron los titulares. A pesar de que bromear sobre
decapitaciones es un insulto inaceptable a la memoria de las decenas de miles
de víctimas de la guerra contra el narco, sus familias y a la precaria
situación del país entero que se ve, en mayor o menor medida, impedido de
llevar una vida normal debido a los constantes enfrentamientos, el honor
nacional no fue profanado esta vez por un extraño enemigo. Al contrario, el
daño fue resarcido gracias a que los Tres Masiosares se dignaron a visitar
nuestro país y a conducir un coche de fabricación nacional para la televisión.
¿De verdad creemos como nación que un México sangrante es
más honorable o mejor en aspecto alguno que uno perezoso? ¿Qué dice de nosotros
el preferir ser vistos como un país de asesinos que sólo se visitaría como
castigo y que pone al visitante como objetivo salir lo más rápido posible que
como uno de dormilones?
más honorable o mejor en aspecto alguno que uno perezoso? ¿Qué dice de nosotros
el preferir ser vistos como un país de asesinos que sólo se visitaría como
castigo y que pone al visitante como objetivo salir lo más rápido posible que
como uno de dormilones?
Se pueden escribir mucho sobre el por qué se eligió a México
como blanco para su humor racista. La audiencia de Top Gear, el programa más
subido ilegalmente a Internet en el mundo, se encuentra mayoritariamente en
Asia, África y Europa, lo cual descarta de golpe muchos blancos usuales para el
racismo europeo de siempre. Países que,
por cierto, nadie defiende cuando las emisoras mexicanas los ridiculizan hasta
el punto de la vergüenza ajena. Pero lo verdaderamente grave es la concepción
que parecemos tener de nosotros mismos revelada por el incidente.
como blanco para su humor racista. La audiencia de Top Gear, el programa más
subido ilegalmente a Internet en el mundo, se encuentra mayoritariamente en
Asia, África y Europa, lo cual descarta de golpe muchos blancos usuales para el
racismo europeo de siempre. Países que,
por cierto, nadie defiende cuando las emisoras mexicanas los ridiculizan hasta
el punto de la vergüenza ajena. Pero lo verdaderamente grave es la concepción
que parecemos tener de nosotros mismos revelada por el incidente.
No me dejes hablando solo. Comenta, refuta o discute en
www.twitter.com/haciendodagas o vía correo electrónico en
francisco_roblesv@yahoo.com
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Francisco Robles







