El 22,6% de los jóvenes que no estudia ni trabaja ni
siquiera está buscando empleo, y el 46,8% no terminó Ciclo Básico. El plan para
los «ni-ni» avanza y se encuentra con un panorama complejo en ese
grupo compuesto por 36.000 personas.
siquiera está buscando empleo, y el 46,8% no terminó Ciclo Básico. El plan para
los «ni-ni» avanza y se encuentra con un panorama complejo en ese
grupo compuesto por 36.000 personas.
El programa Jóvenes en Red, del Ministerio de Desarrollo
Social, obtuvo esta semana los resultados preliminares de un formulario inicial
aplicado a los 2.200 jóvenes que en julio de 2012 fueron seleccionados para ser
el primer grupo de beneficiarios del plan. Los datos, a los cuales tuvo acceso
El País, confirman que se trata de un sector de la sociedad que está por demás
expuesto: tienen un nivel educativo muy bajo y sus vínculos con el empleo
formal son sumamente inconsistentes.
Social, obtuvo esta semana los resultados preliminares de un formulario inicial
aplicado a los 2.200 jóvenes que en julio de 2012 fueron seleccionados para ser
el primer grupo de beneficiarios del plan. Los datos, a los cuales tuvo acceso
El País, confirman que se trata de un sector de la sociedad que está por demás
expuesto: tienen un nivel educativo muy bajo y sus vínculos con el empleo
formal son sumamente inconsistentes.
Son jóvenes que viven en las zonas más pobres, tanto en el
área metropolitana de Montevideo como en el norte del país, principalmente en
la frontera. En muchos casos, además, terminan vinculándose con otros problemas
tales como las drogas y la delincuencia. Quienes ingresaron al programa son en
su mayoría mujeres, las cuales representan un 54,2% del total.
área metropolitana de Montevideo como en el norte del país, principalmente en
la frontera. En muchos casos, además, terminan vinculándose con otros problemas
tales como las drogas y la delincuencia. Quienes ingresaron al programa son en
su mayoría mujeres, las cuales representan un 54,2% del total.
Un dato llamativo que se desprende del formulario es que el
70% de los «ni-ni» que están en el programa no tienen hijos, pero un
30% sí tiene al menos uno. De ese 30%, un 19,8% tiene un hijo y un 7,6% tiene
dos hijos. Con tres hijos hay 2,3%, un 0,2% tiene cuatro hijos, 0,1% tiene
cinco y otro 0,1% tiene siete hijos. Sobre el estado civil de los 2.200
jóvenes, el 77,6% está soltero. Un 19,8% está en una relación de «unión
libre», 1% casado, 1,6% separado y 0,1% divorciado.
70% de los «ni-ni» que están en el programa no tienen hijos, pero un
30% sí tiene al menos uno. De ese 30%, un 19,8% tiene un hijo y un 7,6% tiene
dos hijos. Con tres hijos hay 2,3%, un 0,2% tiene cuatro hijos, 0,1% tiene
cinco y otro 0,1% tiene siete hijos. Sobre el estado civil de los 2.200
jóvenes, el 77,6% está soltero. Un 19,8% está en una relación de «unión
libre», 1% casado, 1,6% separado y 0,1% divorciado.
En cuanto a las edades, si bien el programa está dirigido a
los jóvenes de entre 14 y 24 años, la mayor parte se concentra en los segmentos
de 14 a 16 años (un 38,6%) y de 17 a 20 (43,9%). En tanto, la franja de 21 a 24
años la compone un 17,4% de las 2.200 personas. Diego Olivera, coordinador del
programa, dijo a El País que «queda pendiente fortalecer la captación de
los jóvenes de 21 a 24 años». Según explicó, se podía prever que ese
segmento se iba a adherir en menor medida dado que ya tienen mayor distancia
con la educación, porque se ve «como un tren que ya pasó», y además
«están atareados con salir a ganar la subsistencia diaria». Igual,
estimó que tampoco son «tan pocos» en esa franja. Por otro lado,
destacó que una buena captación de jóvenes en las edades más bajas es positiva
porque da más opciones de volver a acercarlos a la enseñanza.
los jóvenes de entre 14 y 24 años, la mayor parte se concentra en los segmentos
de 14 a 16 años (un 38,6%) y de 17 a 20 (43,9%). En tanto, la franja de 21 a 24
años la compone un 17,4% de las 2.200 personas. Diego Olivera, coordinador del
programa, dijo a El País que «queda pendiente fortalecer la captación de
los jóvenes de 21 a 24 años». Según explicó, se podía prever que ese
segmento se iba a adherir en menor medida dado que ya tienen mayor distancia
con la educación, porque se ve «como un tren que ya pasó», y además
«están atareados con salir a ganar la subsistencia diaria». Igual,
estimó que tampoco son «tan pocos» en esa franja. Por otro lado,
destacó que una buena captación de jóvenes en las edades más bajas es positiva
porque da más opciones de volver a acercarlos a la enseñanza.
Sobre el nivel educativo alcanzado, el 46,8% de los jóvenes
del programa no terminó el Ciclo Básico, lo que implica que la mayoría no
completó tercer año de liceo. El 36,5% dijo tener Primaria completa y un 8,1%
cuenta con educación técnica o Militar incompleta. Además, un 8,4% del total no
completó la Primaria, lo que según consideró Olivera, es un dato
«preocupante», teniendo en cuenta la cobertura que Uruguay tiene en
ese nivel de educación.
del programa no terminó el Ciclo Básico, lo que implica que la mayoría no
completó tercer año de liceo. El 36,5% dijo tener Primaria completa y un 8,1%
cuenta con educación técnica o Militar incompleta. Además, un 8,4% del total no
completó la Primaria, lo que según consideró Olivera, es un dato
«preocupante», teniendo en cuenta la cobertura que Uruguay tiene en
ese nivel de educación.
En tanto, un 0,1% de los consultados sólo alcanzó el nivel
preescolar y otro 0,1% no cuenta con instrucción alguna. Lo que representa tres
o cuatro personas en cada caso, según comentó el jerarca. Olivera también
afirmó que en el programa predominan los jóvenes que ya hace más de tres años
que abandonaron el sistema educativo. Sobre ese punto, señaló que es un hecho
que genera dificultades, dado que hay conocimientos que el alumno puede haber
acreditado en un momento que, con el tiempo y el desuso de esas habilidades,
los puede haber ido perdiendo.
preescolar y otro 0,1% no cuenta con instrucción alguna. Lo que representa tres
o cuatro personas en cada caso, según comentó el jerarca. Olivera también
afirmó que en el programa predominan los jóvenes que ya hace más de tres años
que abandonaron el sistema educativo. Sobre ese punto, señaló que es un hecho
que genera dificultades, dado que hay conocimientos que el alumno puede haber
acreditado en un momento que, con el tiempo y el desuso de esas habilidades,
los puede haber ido perdiendo.
El jerarca comentó que falta seguir desagregando los datos
del formulario y que se buscará establecer con exactitud hace cuánto tiempo los
jóvenes dejaron los estudios y en qué momento lo hicieron. «No es lo mismo
un alumno que quedó en primero de liceo que uno que quedó en tercero»,
opinó.
del formulario y que se buscará establecer con exactitud hace cuánto tiempo los
jóvenes dejaron los estudios y en qué momento lo hicieron. «No es lo mismo
un alumno que quedó en primero de liceo que uno que quedó en tercero»,
opinó.
TRABAJO. En lo que refiere a los vínculos laborales, el
52,8% de los 2.200 jóvenes dijo estar desocupado, lo que significa que están
buscando trabajo, pero no lo consiguen. En tanto, casi un cuarto del total, el
22,6%, fue definido como «otro inactivo», lo que implica que no
tienen trabajo y que tampoco están buscando uno. «Este sería quizá el
grupo más crítico, en el sentido de poder revincularlos al trabajo»,
expresó Olivera, y dijo que «por lo menos en el desocupado hay una
intención y una motivación de querer conseguir trabajo». Después, hay un
8,1% que se dedica a las tareas del hogar, 8,1% que «trabaja por cuenta
propia», en changas o tareas concretas, y un 7,1% es «empleado informal»
y no accede a la seguridad social. Hay un 1,2% que fue definido como
«trabajador no remunerado» y un 0,1% como pensionista, debido a
alguna discapacidad.
52,8% de los 2.200 jóvenes dijo estar desocupado, lo que significa que están
buscando trabajo, pero no lo consiguen. En tanto, casi un cuarto del total, el
22,6%, fue definido como «otro inactivo», lo que implica que no
tienen trabajo y que tampoco están buscando uno. «Este sería quizá el
grupo más crítico, en el sentido de poder revincularlos al trabajo»,
expresó Olivera, y dijo que «por lo menos en el desocupado hay una
intención y una motivación de querer conseguir trabajo». Después, hay un
8,1% que se dedica a las tareas del hogar, 8,1% que «trabaja por cuenta
propia», en changas o tareas concretas, y un 7,1% es «empleado informal»
y no accede a la seguridad social. Hay un 1,2% que fue definido como
«trabajador no remunerado» y un 0,1% como pensionista, debido a
alguna discapacidad.
ETAPA CLAVE. Con el primer grupo de beneficiarios, el
programa ya completó dos de las cuatro etapas que supone, y resta aún un año de
trabajo. La primera consistió en llegar a esa población objetiva, para lo cual
se organizaron 36 equipos en el territorio y cada uno tuvo como meta captar a
60 jóvenes con ese perfil. Luego, en la fase dos se «construyó y
consolidó» el vínculo entre los jóvenes y el programa, y a la misma se
obtuvieron más datos sobre ellos.
programa ya completó dos de las cuatro etapas que supone, y resta aún un año de
trabajo. La primera consistió en llegar a esa población objetiva, para lo cual
se organizaron 36 equipos en el territorio y cada uno tuvo como meta captar a
60 jóvenes con ese perfil. Luego, en la fase dos se «construyó y
consolidó» el vínculo entre los jóvenes y el programa, y a la misma se
obtuvieron más datos sobre ellos.
Este año, se comenzará a desarrollar la etapa tres, que
implica aspectos vinculados a la capacitación, formación, vinculación con la
educación y acceso a la salud. Olivera señaló que en esta etapa se vuelven
fundamentales las metas que refieren a lo educativo y a lo laboral. Explicó que
es muy importante impulsar el acceso al mercado de trabajo, pero también la
capacitación para poder lograr que obtengan un empleo, dado que en muchos casos
por el nivel educativo con el que cuentan se hace difícil que consigan uno. El
jerarca dijo que las capacitaciones se dan en áreas que tengan una fuerte
aplicación en el mercado de trabajo.
implica aspectos vinculados a la capacitación, formación, vinculación con la
educación y acceso a la salud. Olivera señaló que en esta etapa se vuelven
fundamentales las metas que refieren a lo educativo y a lo laboral. Explicó que
es muy importante impulsar el acceso al mercado de trabajo, pero también la
capacitación para poder lograr que obtengan un empleo, dado que en muchos casos
por el nivel educativo con el que cuentan se hace difícil que consigan uno. El
jerarca dijo que las capacitaciones se dan en áreas que tengan una fuerte
aplicación en el mercado de trabajo.
«Este año el gran desafío es desarrollar los proyectos
personales de cada uno de los jóvenes. Apuntamos a procesos muy intensivos y
personalizados, un proceso corto pero muy cuerpo a cuerpo, llegando a quienes
más lo necesitan, al sector más crítico», afirmó Olivera. Este año también
se «captará» a otros jóvenes para que ingresen al programa. Además,
se abrirán nueve equipos en departamentos a los cuales aún no se llegó. Por
eso, entre otras cosas, el programa ejecutó $ 60 millones de presupuesto en
2012 y en 2013 tiene previsto ejecutar $140 millones.
personales de cada uno de los jóvenes. Apuntamos a procesos muy intensivos y
personalizados, un proceso corto pero muy cuerpo a cuerpo, llegando a quienes
más lo necesitan, al sector más crítico», afirmó Olivera. Este año también
se «captará» a otros jóvenes para que ingresen al programa. Además,
se abrirán nueve equipos en departamentos a los cuales aún no se llegó. Por
eso, entre otras cosas, el programa ejecutó $ 60 millones de presupuesto en
2012 y en 2013 tiene previsto ejecutar $140 millones.
Las cifras
2.200
Es la cantidad de jóvenes que fueron seleccionados como
primeros beneficiarios del programa «Jóvenes en Red» del Mides.
primeros beneficiarios del programa «Jóvenes en Red» del Mides.
46,8%
Es el porcentaje de los jóvenes que comenzaron el programa
que no terminó Ciclo Básico, o sea no culminó tercero de liceo.
que no terminó Ciclo Básico, o sea no culminó tercero de liceo.
8,4%
Es el porcentaje de los 2.200 jóvenes que señaló tener
educación Primaria incompleta; 36,5% tiene Primaria completa.
educación Primaria incompleta; 36,5% tiene Primaria completa.
54,2%
Es el porcentaje de mujeres dentro de ese total de 2.200
jóvenes seleccionados por el programa «Jóvenes en Red».
jóvenes seleccionados por el programa «Jóvenes en Red».
Apoyo para las «zonas rojas»
El programa Jóvenes en Red comenzará este año a colaborar
con el plan que el gobierno anunció a fines de 2012 para las denominadas
«zonas rojas» de Montevideo y el área metropolitana.
con el plan que el gobierno anunció a fines de 2012 para las denominadas
«zonas rojas» de Montevideo y el área metropolitana.
El trabajo en esos lugares será coordinado entre el Mides y
el Ministerio del Interior, y es el resultado de la necesidad que planteó el
presidente José Mujica de integrar a la sociedad a quienes forman parte del
«núcleo duro» de la pobreza. Además, el mandatario había pedido
coordinar en el territorio la presencia de diversos organismos del Estado y
evitar que trabaje «cada uno por su lado». En esa línea, Jóvenes en
Red va a duplicar la presencia de técnicos en esas zonas, definidas por el
gobierno como «prioritarias».
el Ministerio del Interior, y es el resultado de la necesidad que planteó el
presidente José Mujica de integrar a la sociedad a quienes forman parte del
«núcleo duro» de la pobreza. Además, el mandatario había pedido
coordinar en el territorio la presencia de diversos organismos del Estado y
evitar que trabaje «cada uno por su lado». En esa línea, Jóvenes en
Red va a duplicar la presencia de técnicos en esas zonas, definidas por el
gobierno como «prioritarias».
«Vamos a duplicar la capacidad de atención; los equipos
que atienden a 60 personas van a atender a 120, y para eso se sumarán
técnicos», dijo a El País el coordinador del programa, Diego Olivera.
que atienden a 60 personas van a atender a 120, y para eso se sumarán
técnicos», dijo a El País el coordinador del programa, Diego Olivera.
Las zonas definidas por en Montevideo son «La cantera
del zorro», próximo al barrio de La Teja, Chacarita de los Padres, Marconi
e Ituzaingó. Luego, se trabajará en Canelones en algunos sectores de Barros
Blancos, sobre la ruta 8, y en algunas zonas de Las Piedras, donde aún se
analiza qué barrio hay que fortalecer.
del zorro», próximo al barrio de La Teja, Chacarita de los Padres, Marconi
e Ituzaingó. Luego, se trabajará en Canelones en algunos sectores de Barros
Blancos, sobre la ruta 8, y en algunas zonas de Las Piedras, donde aún se
analiza qué barrio hay que fortalecer.
Fuente: El País Digital







