Oscar son una cita imprescindible no solo para los amantes
del cine, sino también para los fanáticos de la moda. Por ese motivo, ayer en
la noche el mundo se detuvo para estos últimos, ya que los grandes nombres de
la actuación se unieron a los diseñadores más prestigiosos.

Este año, la premiación, una de las más exigentes y
cotizadas en el mundo de la moda, se caracterizó por los vestidos largos y
ceñidos al cuerpo con cabellos suavemente ondulados y reminiscencias a los años
dorados de Hollywood, estilo que mejor personificó la nominada y talentosa
Jessica Chastain. Hubo poco riesgo, es cierto, pero quienes se arriesgaron lo
hicieron y sorprendieron: Halley Berry y Naomi Watts fueron el centro de todos
los elogios.
A nivel de vestuario, el resultado en los mejores casos fue
un espectáculo: prendas de gala que mezclaron estilo y sofisticación y, en
algunas, también peligro. Detrás de las peores elecciones siempre hay una
lección de lo que no debe hacerse en la alfombra roja. Por eso vale la pena
repasar lo más destacado, en ambos sentidos, de la noche.
Fuente: El Pais