MITOS
Me doy cuenta
Aunque en ello mi intención no yasga
Que éstos
Estos gobiernos tuyos
Encantan
Sí
Encantan
Orillan a la fantasía
A volar de su suave mano
Logran
Así
Que echemos varias miradas
A terrenos ignotos,
Oníricos,
Populosos de fantasmagoría
Los cuales resultan entonces
Insólitos
Aun para quienes
A mansalva
Los crearon
Campesinos han de ser (?)
Que soterran
En el imaginario del respetable
(De siempre
irrespetado)
irrespetado)
Simientes
Que una vez crecidas
Enseñan a paladear con
Fruición
Los sabores de la duda,
Del mito espectral,
De la tenebrosa leyenda
Salpicados
De «es de esta manera
Porque así lo digo»
Mas
Que otramente
O eso parece
No satisfarían
A ningún
(Vulgar)
Morbo
Ni serían
Tan preferidas
Por la muchedumbre
Necesitada
No sólo
De lo estricto
Sino de los placeres
volátiles
volátiles
De las tramas
Urdidas
Por los ingeniosos
A
sueldo
sueldo
Podrían alargarse cualesquier
Ensayos,
Análisis
Y reportajes
Hasta inquinar cualesquier ojos
De pertinaz lector
(Y quebrar aun macizos
dedos
dedos
De escriba)
Por respetar los suyos
Sus ojos imperdibles
Con tal de no fatigarlos
(O no en demasía)
Recitaré
Unos
Pocos
Casos
Que se quedaron
Fijos
Particularmente
Impregnados
En esta memoria mía
Recalcitrante
Y que
Confío
No está tan desviada:
Asaltantes…
Ellos
Convertidos
En asesinos
De informadores
De esa especie
Amorosa de decir
verdades
verdades
Los perpetradores
Corrientes robadores
Que extinguen a
Periodistas
De los incómodos
Los cuales
Osan
Recorrer
Sendas
Que
Asegún
Los eminentes potentados
No debieran ser visitadas nunca
Ni hablarse de las susodichas
Por buenos modales
«Regina Martínez»,
Susurra una voz
La doña
Quien nada se guardó
Acerca de las infamias
Y las señalaba
Con su dedo dirigido
A los indignos,
A los traidores de pueblos…
Y de tal ende
Nos habló
Del asqueroso sabor
De lo podrido
Un día
Trágico
Como muy pocos
Hallada fue
Amordazada
Pues hay quien corre a
acallar
acallar
A quien habla de más
Maniatada
Pues hay quien detiene
A quien camina por donde no
Golpeada y torturada
Pues hay quien se place
en
en
Hacer escarmentar
A
quien no entiende razones
quien no entiende razones
Sobre la felonía
Los oficiantes
Por negligencia
Irresponsabilidad
funesta
funesta
O flojera vil
Inventaron
Siguen inventado
Ficciones descabelladas
Y hallan
Móviles de crimen
Común y corriente
No obstante
Alusión ninguna
A relaciones
De depredador
Y presa
Nada sobre
Fieras
Acechando
A
Una
Pieza
De
Cacería
Pronta
A
Ser
Embestida
Suicidios…
¿Será?
De recios
Guerreros
De los derechos de los seres
No obstante
¿Cómo es que
La prominente valentía
Que los honraba
De repente
Traicionarles
Osa
Y da rumbo a su mano
En pos de la propia muerte?
Digna…
La seño Digna
Halláronla
Con el cuerpo
Atravesado
Por las balas
De un
Cobarde
Asaltante
Común
Dizque
El que
Por azares
Redizque
Del destino
Escogió
A la
Encomiable
Para hacerse
De sus ligeros
Bienes
¡Ha de creerse!
Magnicidios…
Aunque lo de
Magno
Sea
Excesivo
En
ocasiones
ocasiones
Perpetrados
Por psicópatas
Solitarios
Cerebro y mano asesina
en uno
en uno
De acuerdo
a los investigadores
a los investigadores
Quienes
Apostados en
Inverosímil capricho
Mero y vil
Capricho,
Alega la autoridá
Con autoridá
Escogen
De entre la miríada de siluetas marchantes
Ésas
Las de los políticos
Incómodos
Y así
Sacian
Un tal afán
Segador
Que termina
Soterrando
A quienes podían
Derrumbar
De un golpe
Pesados adobes
De esta alquitranada
Pirámide mayor
Que nos enclaustra
De ha tanto
Entrado
En gastos…
Y remontando el vuelo
Como ellos
Los amos
Esperan
Podemos
Aterrizar
En los años
En los que
Los reyes
Sin corona
Pero
Con capa de luminosa,
Ruidosa
Y ubicua
Como cinescopio
Padecían
¡Pobrecillos!
Por parte de
Los colorados
Sin capa
Y aun descamisados
De su terquedad
Que los hacía
Ver demasiado arriba
Llegaron
Los humildes
A anegar
Los pies
De los regios
O hasta
A ahogar
Sus coronas deslucidas
Por lo que
Éstos
Coligieron
Que
Los desarrapados
A su vez
Colegirían
Que morir
Por la falta de todo
No era tolerable
Y veríanse
Orillados
A columbrar la verdad
La absoluta verdad
Para después
Quizás muy después
Tomar lo que les correspondía
Por derecho natural a
La existencia
No tuvieron
Aquellos reyes
O quizás tuvieron
E hicieron que no
Mejor remedio que
Edificar
Altas
Altísimas
Murallas
No sólo físicas
Y aversiones
Asesinas
Quebraron
Así
A los que pedían
La serenidad de la codicia,
El declive del Hombre egocéntrico,
La caída de los poderes avasalladores
Que dejan casi nada
A la gente
La vulgar gente
En un momento
Las arcas
Armamentistas
Quedaron vacías
Para
Darles uso
En extinguir
A los malos hombres
Del alto oleaje
Llegaron pequeñas
Pero no insignificantes
Olas
Las Cuales
Mojaron los pies
De los colosos
De roble
Que digo:
Sino que
son de pino
son de pino
Fue en la
Consecuente
Trifulca
En ese intento
Por desecar
La marea roja
Que las águilas
Mataron a las serpientes
Dijeron
Los avisadores
De los encumbrados
(Pero
quizás es
quizás es
Que las
vibrantes serpientes
vibrantes serpientes
Mataron
A las
hermosas águilas
hermosas águilas
Y así
Es
Como
Nadie puede
más
más
Levantar la
mirada
mirada
Sin poder
ver
ver
Que los
tiempos
tiempos
Nos están
cobrando
cobrando
Viejas
cuentas…
cuentas…
Muy antiguas
cuentas…)
cuentas…)
Así
El verdugo de idea y voz
Y el otro
De mano sangrienta
Ahogaron
A las muchachas,
A los abuelos,
A los niños,
A los hombres
En mitin
«En motín»
Aseverarían los buitres
Arrancándoles
A cientos
¡Sabrá cuántos!
De súpito
La vida
Y la de sus seres
queridos
queridos
Que desde entonces
Apenas si viven
Si hoy no anda
Especialmente
Desvelada(o) (!)
Habráse dado cuenta
Que
¡Ah, de las mayores
infamias!
infamias!
Hablaba
De la serpiente Díaz Ordaz
Y sus incondicionales matadores
En este punto
He de moderar mi
Discurso
No tanto en sonoridad
Por cautela
Sino en dimensión
Por mesura
Pues
Como hube advertido
En un inicio
Podría proseguir
Esta lista
De felonías asesinas
Hasta
Casi
La eternidad
(Que la vida propia
Es una íntima
Infinitud)
Pero
Es mejor
Dejarlo
Así…
Por respeto a su
Propia
Honda
Y sabionda
Infinitud.
Sergio A. Cervantes
@deshollinador







