Más de 50 trabajadores de una fábrica
militar en la zona central de Siria murieron en un ataque con bomba que se
produjo esta semana, dijo el viernes un grupo de control opositor que releva
los hechos de violencia en el país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos
dijo que 54 personas murieron el miércoles en una explosión que impactó sobre
el autobús en el que se preparaban para regresar a sus casas al final de la
jornada de trabajo, y agregó que la cifra de muertos podría aumentar.
La entidad señaló que 11 de las víctimas
del ataque, que se produjo en Buraq -unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de
Hama- eran mujeres. Los trabajadores eran de las ciudades de Homs, Hama y
Salamiyah.
Nadie se ha adjudicado responsabilidad sobre
la explosión, que enfureció a muchos activistas sirios que responsabilizaron a
los islamistas de línea más dura por el ataque. Algunos describieron el hecho
como un ataque «terrorista» que apuntó a civiles.
«Son trabajadores, son civiles.
Algunas personas necesitan trabajar para alimentar a sus familias. Eso no las
convierte en criminales», dijo un activista de la provincia de Hama que
pidió no ser nombrado.
El Frente Islamista Nusra dijo el mes
pasado que estaba detrás de la explosión de un coche bomba en Salamiyah que
causó la muerte de 42 personas, incluida una mujer y sus hijos.
Según manifestó el frente, el blanco de ese
ataque era una milicia pro-Gobierno. Activistas en Salamiyah publicaron fotos
de niños y jóvenes que murieron en el ataque.
Fuente: Jornada