Existen en México violaciones continua y constantes del derecho al acceso a la información , del derecho a la participación , del principio de no discriminación  y de la obligación de protección de las personas pertenecientes a minorías étnicas  como lo son los pueblos indígenas en México, debido al diseño, planeación e implementación de megaproyectos (minería, hidráulicos, eólicos, agroindustriales, turísticos) en territorio indígena que agotan sus recursos naturales, sin información, sin consulta, sin participación de los pueblos. A la fecha no existe un marco regulatorio en México sobre el derecho a la consulta, así como no existe ejemplo en México de consulta sobre megaproyectos para recabar el consentimiento libre previo e informado de los pueblos indígenas. Un caso emblemático es la consulta a la Tribu indígena Yaqui en materia de impacto ambiental del Acueducto Independencia, ordenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación con sentencia del 8 de mayo de 2013.
El Fracking es una técnica de extracción del gas que se encuentra atrapado en los sedimentos de esquisto, a través de la perforación de un pozo vertical la cual, una vez alcanzada la profundidad deseada, viene acompañada de una perforación horizontal que puede extenderse entre 1 y 1.5 kilómetros. Esta perforación se repite en diferentes direcciones, partiendo del mismo pozo de perforación vertical inicial. Una vez hechas las perforaciones, y debido a la baja permeabilidad de la roca de esquisto, es necesario fracturar la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión, para permitir el flujo y salida del gas. Esta técnica es objeto de números cuestionamientos debido a los diversos riesgos de impactos socioambientales, entre los cuales se señala la disminución de disponibilidad del agua para los seres humanos y ecosistemas, contaminación de las fuentes de agua, emisiones de gases contaminantes, que pueden perjudica los derechos humanos a la salud y a la integridad personal de la población afectada. En México existen en el norte del país numerosos proyectos de extracción de gas con técnica de fracturación hidráulica, sin la debida evaluación de impacto ambiental que mandata la ley. De esa forma la autoridad ambiental no ha evaluado el riesgo de impactos al agua y al medio ambiente  del fracking  que ponen en riesgo el derecho a la salud, así mermando el derecho al conocimiento previo por parte de la población local de los enormes riesgos para los derechos humanos, el agua, la salud, el medio ambiente y la calidad de vida de los habitantes de México.

El fracking no sólo fractura el suelo, sino las conciencias y la identidad autóctona. 
CÉSAR FELIPE DE LA ROSA

@cesaritodurondr